El Azul Infinito: El Privilegio del Agua en Mallorca

Si un color define Mallorca, es el azul. No solo el azul profundo del mar, sino el azul brillante y cristalino de miles de piscinas privadas que salpican el paisaje, reflejando el cielo. Es el símbolo del verano, del relax y del lujo mediterráneo.

El agua es vida, pero en Mallorca es también placer. Es el chapuzón refrescante en la piscina de una finca, el verde intenso de los campos de golf perfectamente cuidados y la ducha larga tras un día de playa. El agua es la promesa de unas vacaciones perfectas.

El Lujo de la Abundancia

Disfrutar de este 'azul infinito' es parte de la experiencia de la isla. La infraestructura turística, desde los resorts hasta los agroturismos de lujo, se basa en esta promesa de abundancia: agua para el confort, para el ocio y para la estética del paisaje.

La Realidad de la Escasez: La Isla Tiene Sed

Pero esta imagen de abundancia es una ilusión peligrosa en una isla mediterránea. Mallorca vive bajo una amenaza estructural de sequía. El agua no es infinita; es el recurso más escaso y disputado.

El modelo turístico actual es un gigante con los pies de barro y una sed insaciable. La presión sobre los recursos hídricos es insostenible:

Disfrutamos del 'azul infinito' de las piscinas mientras ignoramos que el verdadero azul, el del futuro de nuestros recursos, se está desvaneciendo. La pregunta no es si podemos permitirnos otra piscina, sino si podemos permitirnos un modelo que bebe más de lo que la tierra le da.